Cuando lees o escuchas la palabra Oración, ¿Qué te viene a la mente? Este articulo viene de la inspiración de un blog que leí y que me resulto muy claro y espero que sea de tanto valor para ti, como lo fue para mí.

La manera de comunicarme con Dios, a veces me resulta un poco difícil, ya que no se como iniciar, he aquí una forma sencilla para iniciar la oración o también se puede llamar “la conversación con Dios”.

Se que es posible que conozcas la manera en la forma que Jesús les enseño a los discípulos a orar.

6Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

7Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

En Mateo 6:6 comenta que la Oración debe de ser con el objetivo de estar con Él, no es necesario que otras personas se enteren de tu Oración, por ponerlo de una manera, es una conversación entre Dios y tú.

Recordemos que orar NO significa repetir frases vacías, y por frases vacías me refiero a repetirlas como si fuera un texto, las palabras que se dicen en Oración deben de ser palabras que tienen la intención de comunicar y de conocer lo que se dice.

Ahora, teniendo claro lo que, si es orar y lo que no, seguiremos con el cómo.

Aquí una guía de 6 pasos para orar que puede ayudar:

1. Reconoce a Dios.

“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre …”

En este momento yo reconozco la grandeza de Dios y su santidad. Piensa en todo lo que hizo, hace y hará.

2. Realinea tu voluntad.

“Venga tu reino…”

Recordemos que Dios tiene su reino, el cual en el cual siempre esta llevando a cabo Su voluntad, al solicitar Su reino es que tu eres parte de su voluntad. En caso que desconozcas tu llamado, pídele que te comunique, Él te hará ver cuál es tu llamado.

3. Libera tus preocupaciones.

“Danos hoy nuestro pan de cada día …”

En este mundo tan estresante, en el cual, en ocasiones nos sentimos abrumados, desanimados y solos, Él nos entiende y conoce tus preocupaciones, pero hasta que tu no le entregas tus preocupaciones con Fe, El empezará a actuar en tu vida, ya que El nunca llega a algún lugar donde no es invitado.

Así que ahora haz la lista de tus preocupaciones y entrégaselas, con la Fe de que el tiene el control, y que las cosas se hacen a Su manera y no a la tuya, recuerda pedir el pan nuestro de cada día.

4. Arrepiéntete y responde.

“Perdónanos … como hemos perdonado …”

Todos, pero todos, tenemos acciones que no son agradables a nosotros ni a Dios, desde ese resentimiento, esa adicción, esa actividad que no has logrado cambiar, y por qué no también pueden ser pensamientos.

Dios está para escuchar, díselo, y después abre tu corazón para escucharlo.

5. Pide a Dios Su protección.

“… líbranos del maligno …”

Sabemos que Dios siempre esta al pendiente de nosotros, ¿en que momento haz visto la mano de Dios protegiéndote?

Agradécele, por todos esos momentos de protección, y también pide por los que necesitan de su protección, no te olvides pedir por ti también. Recuerda que para Dios no hay imposibles.

6. Alégrate y reflexiona.

Busca siempre la manera de adorarlo, durante el día, ya sea en el transporte, en el trabajo, en cualquier momento es buen momento para agradecerle y adorarlo.

Recuerda, la Oración es para tener comunicación con Dios, y al momento de tener esa comunicación, todo será mas claro, y sabrás que Dios te acompaña en todo momento.